Melo

miércoles, abril 19, 2006

EE.UU : El programa secreto e ilegal de las "entregas extraordinarias"


Por: Amnistia Internacional

"Estados Unidos no ha transportado a nadie, y no transportará a nadie, a un país donde pensamos que va a sufrir tortura. Estados Unidos no utiliza el espacio aéreo ni los aeropuertos de ningún país a los efectos de transportar a una persona detenida a un país donde van a torturarla." Condoleezza Rice, secretaria de Estado estadounidense, 5 de diciembre de 2005


"Jamás, jamás se me pasó por la cabeza que acabaría siendo arrastrado por los estadounidenses a través de medio mundo para ser torturado en un lugar donde nunca había estado: Marruecos." Benyam Mohammed al Habashi, ciudadano etíope residente en Reino Unido, detenido en Pakistán y actualmente recluido en la bahía de Guantánamo.


Salah 'Ali Qaru finalmente fue puesto en libertad en torno a la media noche del 27 de marzo. A lo largo de cerca de tres años, este yemení de 27 años ha sido torturado en Jordania, trasladado en avión de un país a otro, recluido durante más de un año en un lugar desconocido y privado de todo contacto con el exterior.

Salah 'Ali Qaru se convirtió en una de las muchas personas –probablemente varios centenares– atrapadas en el programa secreto e ilegal de "entregas extraordinarias" de Estados Unidos. La Agencia Central de Información (CIA) ha utilizado compañías aéreas privadas y empresas fachada para preservar el secreto de los vuelos de entrega extraordinaria, pero cerca de un millar de vuelos directamente relacionados con la CIA han sido identificados.

Posteriormente Salah 'Ali Qaru fue trasladado en avión desde ese lugar secreto de detención hasta Yemen, donde estuvo más de nueve meses privado de libertad sin cargos; finalmente fue acusado de falsificar documentos y quedó en libertad. En ningún momento le ha sido imputado un solo delito relacionado con el terrorismo.

Su vida ha quedado destrozada. La terrible experiencia lo ha traumatizado. Tiene una hija de dos años que no ha visto nunca. Su esposa quedó en la indigencia, vive en Indonesia y no ha conocido el paradero de su esposo durante la mayor parte de su detención. Salah’ Ali Qaru no sabe si podrá disponer del dinero o el permiso necesario para regresar con su mujer y su hija a Indonesia.

La historia de Salah Qaru y la de sus compatriotas Muhammad Bashmilah y Muhammad al-Assad, recluidos en el mismo centro secreto, son sólo tres de los casos que se conocen; es posible que haya varios cientos más que permanecen en absoluto secreto. La entrega extraordinaria conlleva el traslado de personas de un país a otro por medios que soslayan el debido proceso judicial y administrativo.

Como parte del programa se ha entregado a personas a la custodia estadounidense en la bahía de Guantánamo, centros de detención de Irak y Afganistán, e instalaciones secretas dirigidas por la CIA en países de todo el mundo y que se conocen como "lugares negros". Sin embargo, la entrega extraordinaria se utiliza con mayor frecuencia para trasladar a personas a terceros países, incluidos aquellos en los que la persona corre peligro de sufrir tortura o malos tratos.

En ocasiones las autoridades presentan la entrega extraordinaria como un medio eficaz de trasladar a presuntos terroristas de un lugar a otro sin papeleo. Eso que califican de "papeleo" o trámites burocráticos es el derecho internacional: las leyes y normas internacionales que prohíben enviar a personas a países donde podrían ser torturadas, prohíben la detención y reclusión arbitrarias y la privación de libertad sin cargos ni juicio, y prohíben la desaparición forzada.

El gobierno de Estados Unidos ha objetado que no hace nada ilegal, pero lo contradice el hecho de que el programa esté rodeado de un secreto absoluto. La secretaria de Estado de Estados Unidos ha afirmado que "si procede, Estados Unidos pide garantías de que las personas transferidas no van a ser torturadas". Si la práctica de la tortura y los malos tratos bajo custodia es tan evidente que Estados Unidos tiene que pedir garantías al Estado receptor de que no va a comportarse como suele habitualmente, no cabe duda de que el peligro es demasiado grande para autorizar la transferencia.

Toda empresa implicada en estas oscuras operaciones, como la compañía Richmor Aviation, que al parecer ha alquilado un avión Gulfstream V para realizar entregas extraordinarias, corre el peligro de ser cómplice de abusos contra los derechos humanos. Las hojas de vuelo demuestran que el avión de Richmor Aviation transportó al ciudadano italiano Abu Omar desde la base militar de Estados Unidos en Ramstein (Alemania) hasta El Cairo (Egipto) en 2003. Abu Omar continúa en detención secreta, posiblemente en Egipto. Compañías aéreas privadas y empresas de alquiler deben poner el máximo cuidado para no alquilar aviones que podrían ser utilizados para realizar entregas extraordinarias.

El programa de entregas extraordinarias de Estados Unidos debe terminar y todos los gobiernos deben prohibir la transferencia de personas a lugares donde podrían sufrir tortura o malos tratos. Todo gobierno debe garantizar que sus aeropuertos y su espacio aéreo no se utilizan para llevar a cabo estas entregas. Todas las personas detenidas como parte de la denominada "guerra contra el terror" deben recibir protección frente a la tortura y los malos tratos y ser puestas en libertad si no son acusadas y juzgadas con las debidas garantías.