"El Exorcismo de Emily Rose"

Poco después de que comenzaran los ataques, Anneliese adoptó la convicción de que estaba “poseída”, un autoengaño en el que le resultaba fácil caer dada su crianza religiosa. Los doctores pudieron darle poca ayuda y ella perdió la esperanza de que pudieran curarla. Empezó a tomar los medicamentos recetados por lo general para tal enfermedad.
Unos pocos años luego de que sufrió esta enfermedad por primera vez, sus padres empezaron a llevarla a varios sacerdotes para pedir un exorcismo. Las rechazaron y les recomendaron que la chica, ahora de 20 años, debía continuar con la medicación y el tratamiento prescritos. Les dijeron que a menos que descubrieran un criterio de posesión demoníaca “genuina”, no podría realizarse un exorcismo. La confirmación requeriría síntomas tales como aversión a objetos religiosos, hablar en lenguas nunca estudiadas por la persona y la posesión de poderes sobrenaturales.
En 1974, luego de supervisar a Anneliese por algún tiempo, el pastor Ernst Alt pidió un permiso oficial de la iglesia para realizar el exorcismo. El pedido fue rechazado al principio y se recomendó que Anneliese viviera un estilo de vida aún más religioso para hallar la paz. Los ataques no disminuyeron y su conducta se volvió más errática. Se volvió insultante, golpeó y empezó a morder a otros miembros de su familia y se negó a comer porque, según dijo, los demonios no la dejaban. Dormía en el suelo de piedra, comía insectos y carbón y empezó a destruir objetos religiosos como crucifijos, pinturas de Jesús y rosarios.
Luego, habiéndose convencido de algún modo de la naturaleza genuina de la posesión en septiembre de 1975, Josef Stangl, Obispo de Wurzburgo, ordenó al padre Arnold Renz y al pastor Alt realizar la ceremonia del “Gran Exorcismo” en la señorita Michel. Su examen había determinado que la joven estaba habitada por varios demonios, incluyendo a Caín, Adolf Hitler, Judas Iscariote, Lucifer y Nerón, así como un sacerdote del siglo XVI caído en desgracia y algunas otras almas que se habían “manifestado” a través de ella. Desde entonces hasta julio de 1976 se realizaron sesiones de exorcismo semanales. Los ataques de la chica a veces eran tan fuertes que había que encadenarla o al menos que tres hombres la sujetaran mientras se realizaba la magia.
A pesar de toda esta intensa intervención, los ataques no se detuvieron. De hecho, Anneliese quedaba paralizada e inconsciente incluso con más frecuencia que antes. El exorcismo implacable continuó durante muchos meses, con profusión de plegarias y recitados. Por varias semanas, Anneliese rehusó toda comida. El último día del exorcismo, totalmente demacrada, padeciendo neumonía y con las rodillas rotas por las 600 genuflexiones que realizaba durante las ceremonias diarias, la señorita Michel quedó inconsciente. Murió al día siguiente, 1 de julio de 1976. Pronto se levantaron cargos de homocidio negligente contra los padres de Anneliese y los dos exorcistas, Renz y Alt.
Antes de que esos eventos finales ocurrieran, la película “El exorcista” (1974) había estado en los cines de Alemania; como resultado, los psiquiatras de toda Europa informaron un aumento de las ideas obsesivas entre sus pacientes. Fue dos años antes de que el caso Michel llegara a la corte, en el que se hicieron sólo dos preguntas: ¿Qué causó la muerte de Anneliese Michel y quién fue responsable por ella?
De acuerdo con la evidencia forense, Anneliese literalmente había muerto de inanición. Si se la hubiera alimentado por la fuerza al menos una semana antes de su muerte, hubiera sobrevivido. En su juicio, los exorcistas realmente intentaron probar la presencia de los demonios reproduciendo grabaciones en cinta de diálogos extraños y pintorescos como el de dos demonios discutiendo cuál de ellos tendría que dejar primero el cuerpo de Anneliese. Los sacerdotes dijeron que ni una sola persona presente durante el exorcismo tuvo ninguna duda sobre la existencia y presencia real de los demonios.
El veredicto no fue lo que hubiera podido esperarse: los padres de Anneliese y los exorcistas fueron hallados culpables de homicidio culposo por negligencia y por no proporcionar primeros auxilios. Los sentenciaron a seis meses en prisión y a libertad condicional.
Una comisión eclesiástica declaró posteriormente que Anneliese Michel no había sido poseída, pero la superstición persistió; su cuerpo fue exhumado, once años y medio luego de su entierro, para confirmar que se hubiera descompuesto como se esperaba si no estaba poseída. Verán, si realmente albergó demonios, su cuerpo hubiera sido preservado, como nos contó Bram Stoker; me sorprende que no lo sepan. Ahora, más de veinte años después de la muerte de Anneliese Michel, un nuevo Rito de Exorcismo, prescrito para uso mundial. Estoy seguro de que funciona tan bien como el sistema antiguo. Eso es progreso, ¿verdad?
Sería interesante ver lo que hace Sony con la historia fílmica. Imagino que las audiencias se irán del cine con la impresión de que aunque la heroína estaba afligida de una enfermedad ordinaria, también había fuerzas sobrenaturales en acción. ¿Cómo podrían resistirse? El hecho de que una joven literalmente fue asesinada por “expertos” supersticiosos que se atuvieron a la mitología que tanto adoraban, en lugar de recibir servicio médico apropiado, será diluido hasta que no se lo reconozca.
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